Aprovecha las vacaciones o cualquier fin de semana para descubrir rincones únicos de nuestra geografía. Con un país tan diverso y tan increíble como España nunca fue más cierto el dicho de que para viajar no hace falta ir al extranjero. A lo largo y ancho de nuestra geografía tenemos islas paradisíacas, playas de película, pueblos medievales y muchísimos rincones llenos de encanto que seguro que te seducen. A pocas horas en coche, tan sólo tienes que ponerte en marcha y atreverte a explorar nuestro país. Si no sabes por dónde empezar, aquí van 15 destinos de España perfectos para ir de vacaciones en 2015.
1. Júzcar, Andalucía
Con apenas 200 habitantes, se hizo famoso en medio mundo el 16 de junio de 2011, día del estreno de ‘Los Pitufos’ y en el que una agencia de publicidad decidió pintar de azul todas las casas de este municipio malagueño. Apenas unos meses después, los juzcareños decidieron que, por diversos motivos, no querían retornar al tradicional blanco de cal de la mayoría de pueblos andaluces.
2. Canfranc, Aragón
En un entorno natural con más de 300 senderos señalizados, alberga un conjunto megalítico que refleja a la perfección la antigüedad de la villa, nada menos que del siglo XI, además de la Estación Internacional de Canfranc, Bien de Interés Cultural e inaugurada en 1928, que se encuentra a 1.194 metros de altura. Los amantes de la montaña y el esquí podrán disfrutar de un paraje único muy cerca de dos de los puntos álgidos del deporte blanco, Jaca y Formigal.
3. La Costa de los Dinosaurios, Asturias
La película de Spielberg hizo que todo el mundo, en especial los más pequeños de la casa, sintiera una repentina curiosidad por estos ‘animalitos’. Entre Gijón y Ribadesella, se localiza un tramo de costa caracterizado por la abundancia de restos óseos y huellas de dinosaurios y otros reptiles jurásicos, algunas con más de un metro de diámetro. Un total de nueve yacimientos pueden visitarse para descubrir el rastro de terópodos y estegosaurios, además del MUJA (Museo Jurásico de Asturias), en el concejo de Colunga.
4. Liencres, Cantabria
A un escaso cuarto de hora de Santander y con una altitud de tan sólo 72 metros sobre el nivel del mar, Liencres y sus ocho kilómetros de playas (Somocuevas, Portio, Valdearenas,…) forman un enclave mágico donde el azul marino y el verde de la hierba se superponen. El Parque Natural de las Dunas de Liencres, declarado en 1986, constituye un lugar único para disfrutar del aire libre y el turismo rural, además del surf.
5. Parque Natural de las Hoces del Duratón, Castilla y León
Al noroeste de Segovia y muy cerca de Sepúlveda, donde es obligatoria una parada para degustar sus deliciosos asados, anidan águilas reales, halcones y casi 250 parejas de buitres leonados, una de las mayores colonias reproductoras de toda Europa. Parque natural desde 1989, su cañón, que en algunos lugares alcanza más de 100 metros de desnivel, hace del paisaje un verdadero espectáculo.
6. Laguna de la Gitana, Castilla La Mancha
Una de las 7 lagunas de Cañada del Hoyo (Cuenca) que, sobre todo en verano, resulta tan conmovedora como hipnótica. Es entonces cuando las altas temperaturas y los carbonatos del agua hacen que cambie a un color casi verde. Cuenta la leyenda que la tragedia de dos enamorados, Currita y Jeromo, fue la causante de este fenómeno tras arrojarse ella a la laguna desesperada de amor…
7. Peratallada, Cataluña
Uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Cataluña se encuentra en la provincia de Gerona, concretamente, en el Bajo Ampurdán. Pasear por sus estrechas calles es como retroceder en el tiempo o formar parte de una postal donde las murallas, el castillo fortificado, la iglesia románica y el foso son las protagonistas de un bello cuento.
8. La Albufera, Comunidad Valenciana
A tan sólo 10 kilómetros de Valencia, los amantes de la literatura podrán descubrir en ella los escenarios de ‘Cañas y barro’, una de las novelas más famosas de Vicente Blasco Ibáñez. Parque natural desde 1986, alberga una de las playas más bonitas del litoral, El Saler. Tras recorrer en barca su silenciosa laguna, es casi obligatorio hacer una parada en cualquiera de sus numerosos restaurantes para disfrutar de la auténtica paella valenciana, degustada en el mismo recipiente en que se sirve.
9. Cáceres, Extremadura
Capital Gastronómica en 2015 y Patrimonio de la Humanidad desde 1986, su centro histórico, con calles empedradas y cuestas por doquier, es destino ineludible por su excepcionalidad arquitectónica. Una ciudad pequeña en tamaño pero grande en posibilidades para el turista y los amantes del buen vino, el mejor jamón y el aceite de oliva de mayor calidad.
10. Combarro, Galicia
Uno de los pueblos más pintorescos y originales de las Rías Baixas se halla a tan sólo 6 kilómetros de Pontevedra. Desde el paseo marítimo hasta la Plaza de Chousa, que era una antigua playa, el paseante disfrutará de las vistas de Poio y la isla de Tambo, a la que sólo se puede acceder con un permiso especial. Hórreos, cruceros y edificios marineros son los símbolos de una localidad en la que transportarse al pasado.
11. Reserva Natural de Cala d’Hort, Islas Baleares
Casas payesas, acantilados y calas vírgenes donde disfrutar de atardeceres para el recuerdo,… Todo ello ha creado en torno a la playa de Es Vedrà, paraíso de los primeros hippies en los años sesenta, un halo casi mágico que, según algunos, puede dar lugar a experiencias extrasensoriales. Un baño en las piscinas naturales de Atlantis, uno de los secretos mejores guardados de Ibiza, es lo más cercano a tocar el cielo con las manos.
12. La Graciosa, Islas Canarias
La conocida como ‘octava isla’ es un paraíso para los amantes de la bicicleta y el lugar perfecto para olvidarse del tráfico. En La Graciosa no hay carreteras ni, por lo tanto, coches salvo unos cuantos taxis todoterreno para desplazar turistas por los terrenos más abruptos. Vecina de Lanzarote, cuenta con dos poblaciones, Caleta de Sebo y Pedro Barba, en las que apenas conviven 650 personas.
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13. Cartagena, Región de Murcia
Fundada en el año 227 a. C., es una de las ciudades turísticas más completas del sur de España ya que alberga una historia única, espacios naturales inolvidables y playas de ensueño, además de una gastronomía donde predominan pescados frescos y el famoso caldero de arroz. Su impresionante Teatro Romano, la muralla bizantina o el barrio del foro romano, que refleja el proceso de renovación que sufrió la ciudad en el siglo I a. C., consiguen que el turista se quede con la boca abierta.
14. Las 5 vías verdes, Navarra y País Vasco
Recorrer estos 5 antiguos trazados ferroviarios puede ser un plan de lo más apetecible para disfrutar en familia y, sobre todo, para los aficionados al ciclo turismo. La del antiguo Plazaola: desde Lekunberri a Andoain y pasando por Leiza, famosa por ser escenario de ‘Ocho apellidos vascos; la del Tarazonica: apta para peatones y ciclistas y con el Moncayo como magnífico telón de fondo; la del VascoNavarro: donde, hasta 1967, el conocido como ‘trenico’ unió Estella con Vitoria y Bergara; la del Irati: primer ferrocarril de pasajeros que funcionó con electricidad y donde es posible encontrar buitres leonados y todo tipo de fósiles; y la vía verde del Bidasoa, que une el norte de Navarra con Guipúzcoa en un paisaje infinitamente verde.
15. La calle Laurel de Logroño, La Rioja
Aunque ‘sólo’ se trate de una calle en pleno casco antiguo de Logroño, se podría estar de vacaciones en ella eternamente. Conocida como ‘La senda de los elefantes’ porque se puede salir de ella con una buena ‘trompa’ y a cuatro patas, alberga más de 60 locales en los que disfrutar de los mejores vinos de La Rioja con su correspondiente tapa: champiñones, tortilla, patatas bravas, pinchos morunos…
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