A la hora de transportar cualquier tipo de carga en un coche o furgoneta es esencial ser consciente de que su distribución es muy importante, debe estar bien sujeta y protegida tanto para preservar el cuidado del vehículo como de las personas que se encuentran en su interior.

A continuación, compartimos con vosotros los siguientes consejos a la hora de realizar la preparación de la carga para que su transporte sea lo más seguro y eficiente posible tanto para el vehículo como para nosotros:

APROVECHA TODO EL ESPACIO DE TU MALETERO

¿Cuántas veces nos ha pasado que hemos comenzado a colocar la carga en el maletero y no sabemos cómo organizarlo para utilizar el mayor espacio posible?

La preparación de carga para el transporte debe ser lo más eficiente posible con el objetivo de aprovechar al máximo el espacio del maletero y no dejar nada fuera de él puesto que, en caso de accidente o maniobra imprevista, puede ser peligroso dejar objetos sueltos en el interior del vehículo.

Coloca los bultos más pesados en la parte baja del maletero, te asegurarás de que el centro de gravedad del vehículo está lo más bajo posible.

Coloca las mercancías más grandes y resistentes en el fondo del maletero de tu coche o furgoneta, ayudarás a amortizar al máximo el espacio del maletero.

Aprovecha los pequeños huecos que se forman en la parte profunda del maletero para ir llenándolos con objetos más pequeños antes de seguir llenando el siguiente espacio del equipaje.

Intenta equilibrar al máximo el peso entre ambos lados del maletero, el vehículo irá más estable.

 

ORGANIZA TU MALETERO SEGÚN EL TIPO DE CARGA

Organizar la carga en el interior del vehículo depende de dos factores, el tamaño y el peso de los objetos a cargar y el tipo de mercancía que trasladas.

Respecto al peso, procura que las cargas más pesadas ocupen el centro del equipaje y que el peso esté lo más repartido posible entre ambos lados del maletero.

Respecto al tipo de carga, necesitamos distinguir entre carga perecedera, carga frágil y carga peligrosa:

Carga perecedera: Se trata de mercancías que sufren una degradación en sus características tanto por el paso del tiempo como por la temperatura, humedad o las condiciones ambientales. Los alimentos son el ejemplo más común. En este caso, para transportar este tipo de cargas se requiere controlar más características del maletero.

Carga frágil: Lo mismo ocurre con este tipo de cargas que requieren de un manejo muy especial y cuidadoso tanto en el momento de la preparación de la carga para el transporte como del propio transporte y posterior descarga. Este tipo de mercancías no deben llevar nada encima y deben estar bien embalados y sujetos para que no sufran ningún daño.

Carga peligrosa: Las cargas que, por sus características físicas como compuestos químicos, sustancias corrosivas o agresivas, pueden causar daños a otros productos o a las personas se consideran peligrosas y también requieren de una atención especial a la hora de preparar la carga para el transporte.

 

PRESTA ATENCIÓN AL COMPORTAMIENTO DEL COCHE

Un vehículo no se comporta de la misma manera cuando va vacío y cuando va cargado puesto que pierde potencia, hace que aumente la distancia de frenado y consume más.

Para garantizar la seguridad de las personas que ocupan el vehículo, del propio vehículo y de su carga se recomienda, por un lado, aumentar el nivel de presión de los neumáticos y, por otro lado, revisar el reglaje de los faros para no deslumbrar al resto de vehículos con los que nos cruzamos.

Visto en: Cargobag

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